La denominación de vino de autor -muchas veces utilizada indistintamente para referirnos a vinos de garaje, de boutique o de diseño- se utiliza para definir vinos de producción limitada, elaboraciones respetuosas con el medio ambiente o que recuperan técnicas vitícolas tradicionales o uvas autóctonas.

Los vinos de autor están estrechamente unidos al nombre de su creador y son fruto de un cóctel enológico que tiene pasión y conocimiento a partes iguales. Quien los elabora, realiza una particular interpretación del viñedo y del terruño, desentraña los secretos que guarda un pago. Esa particular visión del vino es la que le da ese toque de autor. El resultado: auténticas joyas enológicas, generalmente de precios elevados.